Cuando un sueño se convierte en obsesión

Cuando un sueño deja de ser sólo un sueño para obsesionarte hasta el punto de no poder dormir, de que duela, que te haga llorar por las noches, que te araña por dentro, que nada de lo que tienes (aunque lo tengas TODO) te hace acallar las voces. Es el diablillo que te susurra al oído, el que hace que el día a día no tenga sentido si no lo haces realidad.

Cuando ese momento llega, te planteas la vida como no lo habías hecho hasta ahora. Piensas que si simplemente es levantarte cada mañana, ir a currar, volver a casa y hacer las rutinas del día a día. ¿De verdad es la vida esto? Yo pensaba que la vida es para cumplir sueños, para disfrutarla, para VIVIRLA, no para pasar los días uno detrás de otro, uno igual que otro.

He visitado algunos lugares, he conocido algunas culturas, y desgraciadamente todo depende del lugar en el que hayas nacido. ¿Qué hubiera sido de mí si no hubiera nacido aquí? ¿Si no tuviera la suerte de poder hacer lo que quiera, de sentirme libre, de tener una familia? Desafortunadamente no para todos es igual y yo, que tengo ese privilegio… ¿desaprovecho la oportunidad de cumplir mi sueño? Me parece desagradecido por mi parte.

Así que cuando ese momento llega, no puedes dejarlo pasar. No puedes mirar hacia otro lado porque ya no hay vuelta atrás. Ya la idea sólo puede ir hacia delante, por más que lo intentes, por más que te autoconvenzas, simplemente tienes que dejarlo fluir.

Por eso he decidido dejarlo todo y correr detrás de mi sueño, correr hacia destinos nuevos, hacia aventuras nuevas…pero esta vez sin billete de vuelta.

No ha sido una decisión fácil. Teniendo una vida acomodada, con un trabajo genial, dejarlo todo es lo más duro que he hecho nunca. Me ha costado muchas discusiones, muchas lloreras y muchas noches sin dormir. Pero ya está hecho. Dentro de unos días me pondré la mochila al hombro para pasar unos meses por el sudeste asiático.

¿Primer destino? Tailandia!!! Pasaré 4 días allí para finalmente llegar a Indonesia.

1

En esta aventura me acompaña una amiga, Maria Jesús. Hace unos meses nos conocimos a través de unos amigos y las dos perseguíamos lo mismo. Pronto la conoceré en persona, ya que aunque hemos hablado muchísimo, nunca nos hemos visto. Pero sé que será una gran compañera.

No puedo dejar de agradecer a todas las personas que me han apoyado, a las que me han aconsejado, a los que me han llamado loca, a los que me han gritado, a todos… porque los apoyos son buenos, pero los consejos también. Y tomar una decisión así implica escuchar las dos versiones, de no ser así cometerías un error.

Y con esto, con los sentimientos a flor de piel, con los subidones de alegría y los bajones por miedo y dudas, me quedan 3 días para terminar todo lo que implica un viaje así.

Empieza la cuenta atrás…

 

 

4 pensamientos en “Cuando un sueño se convierte en obsesión

Deja un comentario